Panamá Mio

Quince días de vacaciones no son suficientes para ir a Panamá y disfrutar la familia, los amigos y el país. Uno va y regresa con ese sentimiento de que hubo mucho más por hacer y ojalá hubieras tenido más tiempo.

Sin embargo el tiempo es limitado y uno tiene que hacer lo mejor posible. En diciembre del 2006 yo visite Panamá despues de tres años afuera y fuí con muchas expectativas de las cosas que quería hacer, la gente que quería ver y los lugares que quería visitar; mi equipaje fue un fiel reflejo de aquel plan. Lleve tanta ropa y zapatos para cada ocasión que termine pagando sobrepeso en el avión de Air Panama que nos llevó a Chiriquí.

Para mis vacaciones 2007 el plan fue diferente: no expectativas, poco equipaje y disfrutar al máximo cada momento.

Ni Sacha (mi esposo), ni yo tenemos queja de nuestras cortas vacaciones. No pudimos ver a todos nuestros amigos, sin embargo vimos a gente que no pudimos ver el año pasado, fuimos a la playa y Sacha subio el Volcan Barú. De la experiencia e impresiones de mi esposo en el Volcan escribire luego y tambien publicare algunas fotos, pues eso merece un comentario por su centa.

Panamá está sufriendo muchos cambios que son evidentes para los que están allá todos los días y por supuesto que son más evidentes para los que nos desaparecemos por un tiempo. Hay un crecimiento increible que está impulsando la economía a nivel nacional.

Esos cambios y mi percepcion personal de esos cambios son tambien material para otro comentario que me gustaría escribir. Por lo pronto sólo debo decir que este es un buen momento para que los panameños nos hagamos preguntas como, que puedo hacer yo para beneficiarme de todo esto?

Lo bueno es que mucha gente ya se ha hecho esa pregunta y han comenzado a tomar riesgos, lanzandose al mundo de los negocios. Para los que ya están en negocios, la pregunta es válida tambien, así como tambien, que puedo hacer para ser el mejor?

En resumen, quiero compartir que tuve unas vacaciones excepcionales. Regrese con el deseo de hacer más, pero con sólo quince días de vacaciones, no tengo queja de lo disfrutado.

La ventaja de nuestro país es que es hay tanto que ver sin tener que recorrer tan largas distancias. Cuidemos Panamá. Compartamos las cosas buenas de ella, pero seamos celosos de nuestra naturaleza, nuestra cultura, nuestrs raices y valores. Respetemos ese pedacito de tierra que tenemos, pues en la medida que lo hagamos, ella nos va a seguir dando.